Para
conseguir que nuestra casa tenga un aroma agradable, podemos recurrir a
ambientadores químicos, como los que tenemos en los supermercados. Su aroma
puede ser muy bueno, pero hay que tener cuidado, pues las sustancias que
desprenden pueden llegar a ser pejudiciales. Varios estudios como los
realizados por la OCU (Organización de Consumidores y usuarios), o la BEUC
(Asociación Europea de Consumidores), arrojan datos que pueden llegar a
plantearnos lo adecuado de su uso. Según Jim Murray, director de BEUC, “Al
contrario de lo que se nos hace creer, los ambientadores y perfumes para el
hogar no purifican el aire, sino que lo contaminan al emitir sustancias
claramente tóxicas”. Igualmente mantiene en su declaración que “los
ambientadores pueden representar un riesgo real para la salud, particularmente
de los grupos más vulnerables, como las mujeres embarazadas, los niños y las
personas asmáticas”.
De
todos los ambientadores testados, los más peligrosos son los que funcionan por
combustión, como las velas y el incienso, seguidos de los difusores eléctricos,
indica el estudio.
Para
combatir los olores desagradables, BEUC aconseja optar por una ventilación
adecuada, el uso de flores y frutas naturales y el bicarbonato.
Utilizar
ambientadores naturales es una excelente alternativa para aromatizar el hogar
porque puede resultar más económico, no contienen componentes tóxicos y son más
respetuosos con el medio ambiente.
No
hay nada mejor que llegar a casa y que tenga un aroma agradable. Especialmente
si es una casa en la que se fuma o viven mascotas.
El
bicarbonato es un absorbe olores magnífico y el aceite esencial te da la
fragancia deseada y te aporta los beneficios de la planta. Por ejemplo la
lavanda es ideal para dar más tranquilidad al ambiente y el limón para darle un
toque más frescor.
A
continuación, se describen una serie de técnicas baratas y fáciles de realizar
estos ambientadores:
1.-Un
ambientador natural en spray fácil y barato:
·
Agua
·
Bicarbonato sódico
·
Aceite esencial
·
Un pulverizador
Mezclar
el agua en un recipiente junto con las dos cucharadas de bicarbonato. La
cantidad de agua dependerá de la medida de tu pulverizador o envase donde vayas
a ponerlo.
Agitar
la mezcla para que ambos elementos queden bien combinados.
A
continuación, añadir a la mezcla unas gotas de la esencia que más te guste para
que adquiera esa fragancia.
Tapar
el pulverizador o envase y remover bien de nuevo para que la esencia se
incorpore a la mezcla.
2.-
Ambientador en seco:
·
Bicarbonáto de sódio,
·
Aceites esenciales
·
Un tarro con tapa.
Mezclar
en un tarro de vidrio el bicarbonato junto con unas gotas de aceite esencial ,
el que más te guste.
Agujerear
la tapa para que el olor salga a la superficie.
Es
recombendable renovar la mezcla pasados unos 2 meses.
3.-
Ambientadores con gel :
Puedes
elegir el aroma y el color para decorar cualquier parte de nuestra casa.
·
2 tazas de agua destilada
·
Aceite esencial de tu fragancia
preferida
·
4 paquetes de gelatina sin sabor
·
Frasco de vidrio
·
Colorante (ej. curcuma para tonalidad
anaranjada)
Hervir
una de las tazas de agua destilada y añadirle la gelatina sin sabor hasta que
esté completamente disuelta.
Cuando
esté lista, retirarla del fuego y añadidle la taza restante. En ella echar
entre 10 y 20 gotas de aceite esencial de la fragancia que hayáis elegido y
posteriormente el colorante.
Llenar
el frasco de vidrio con la mezcla y esperad a que seque.
Para
que quede más decorativo elegid frascos originales.
4.-
Hierbas aromáticas y flores secas.
Se
trata de guardar en un tarro hermético las hierbas aromáticas y flores secas
durante tres o cuatro días. Habrá que remover la mezcla durante ese tiempo.
Tras ese periodo, se le añaden unas gotas de la esencia escogida y se guarda en
el tarro otro mes más removiendo de vez en cuando. Pasado ese espacio de tiempo
se obtiene un ambientador muy intenso que se puede conservar en el mismo tarro.
5.-
Bolsitas de tela perfumadas.
Las
rellenamos con las especies que más nos gusten como la lavanda, el limón, el romero,
canela en rama, clavo, etc. La ventaja es que podremos colocarlas en cualquier
rincón de la casa, o en el interior de los armarios sin que se vean y su aroma
aguantará mucho más tiempo que el de los ambientadores que se compran en las
tiendas.
Otra
manera de rellenar estas bolsitas es con jabones con olor. Si los hacemos
escamas conseguiremos que el aroma se expanda y deje un olor muy agradable en
toda la casa.
6.-
El incienso
Es
una opción igual de eficaz e incluso más duradera que los ambientadores
tradicionales. Existe cada vez una gama más amplia de aromas, y se comercializa
en forma de conos y varillas. No obstante, a algunas personas les desagrada el
humo que inunda toda la estancia al quemar incienso, y las autoridades
sanitarias advierten de que algunas marcas de incienso contienen unos elementos
que al ser inhalados pueden resultar dañinos para la salud.
7.-
Velas perfumadas.
La
desventaja de éstas es que las que se comercializan hoy en día están hechas de
parafina, un derivado del petróleo que desprende un desagradable humo al apagar
la llama. Por ello, una opción más natural es realizar velas en casa
derritiendo cera de abeja al baño maría, añadiéndole gotas del aceite esencial
preferido, introduciendo una mecha y dándole la forma deseada utilizando
moldes. Si queremos que tenga un aroma especial, podemos usar la canela. Es muy
sencillo, solo tenemos que atar las barras de canela con una cinta a una vela
encendida, así de fácil. Ten cuidado de no dejar la vela encendida sin
vigilancia!
8.-
Las esencias.
Colocar
en la parte superior de un esenciario unas gotas de la esencia elegida, y en la
parte inferior una vela que calentará el líquido para que desprenda olor.
9.-
Las plantas aromáticas
Como
la menta, lavanda, hierbabuena y albahaca son otra opción muy asequible y natural.

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