Cuando
pensamos en la II Guerra Mundial, nos vienen a la cabeza las grandes batallas,
el horror de la muerte o el nombre de grandes generales y brillantes
estrategias, así como actos de valor y honor de soldados anónimos en los
numerosos frentes. Pero también hubo gente en la retaguardia, civiles, que
fueron protagonistas en muchos casos de verdaderos actos de valentía que
pusieron en riesgo su vida, por el simple hecho de querer ayudar a los demás
entre tanta barbarie. Uno de esos nombres es el de Irina Sendler, que durante
varios años ayudó a centenares de niños judíos en el Gueto de Varsovia,
jugándose la vida.
Irena
Sendler nació como Irena Krzyzanowska el 15 de Febrero de 1910, cerca de
Varsovia, en Otwock. Su padre, Stanisław Krzyżanowski, era un reconocido
médico, que falleció de tifus en 1917, precisamente por ayudar a los enfermos
que sus colegas médicos no querían atender. Los enfermos de tifus, que solían
ser gente pobre, y judíos, doble razón para que no les quisieran atender. Tras
el fallecimiento de su padre, la familia de Irena no disponía del dinero
suficiente para sus estudios y los líderes de la comunidad judía ayudaron a la
futura enfermera y pagaron sus estudios.
Estudió
Derecho, Filología y Pedagogía, dedicándose sobre todo a la ayuda social dentro
del Comité Ciudadano de Bienestar del Ayuntamiento de Varsovia trabajando como
enfermera y asistente social, trabajo que le permitió entrar y salir libremente
del gueto de Varsovia.
Cuando
en Octubre de 1940 los jerarcas nazis crearon el gueto de Varsovia, Irena
comprobó horrorizada como las condiciones en las que se encontraban los
habitantes del mismo eran más que deplorables. Decidida, se puso manos a la
obra. Fuera del gueto, por parte de varias organizaciones judías se intentaba
que la vida dentro del mismo fuera un poco mejor para sus habitantes. Se
crearon organizaciones infantiles y juveniles, escuelas de enfermería e incluso
una facultad de medicina clandestina. Colaboró en la organización Zegota que
procuraba suministrar comida, ropa y cuidados a los judíos. Su nombre en la
clandestinidad era Jolanta, ella misma llevaba un brazalete con la estrella de
David cuando caminaba dentro del gueto que lucía aparte de para pasar
desapercibida, como signo de solidaridad con los ocupantes de tan infame lugar.
Se
unió al Consejo para la Ayuda de Judíos. Consiguió identificaciones de la
oficina sanitaria, una de cuyas tareas era luchar contra las enfermedades
contagiosas. Como ella misma contaba:
"Conseguí,
para mí y mi compañera Irena Schultz, identificaciones de la oficina sanitaria,
una de cuyas tareas era la lucha contra las enfermedades contagiosas. Más tarde
tuve éxito en conseguir pases para otras colaboradoras. Como los alemanes
invasores tenían miedo de que se desatara una epidemia de tifus, toleraban que
los polacos controláramos el recinto."
Aprovechando
que los alemanes temían posibles epidemias de tifus y otras enfermedades
contagiosas, permitieron que los polacos controlaran las posibles epidemias y
enfermedades producidas en el recinto. Sin tardanza se puso en contacto con las
familias a las que les ofreció sacar a sus hijos fuera del gueto, a lo largo de
un año y medio hasta la evacuación del gueto en el verano de 1942, se calcula
que consiguió rescatar a unos 2.500 niños, pero lamentablemente no podía
prometer a los padres ninguna garantía de éxito, pero si que se esforzaría a
máximo para que los niños estuviesen a salvo, cosa que consiguió en la mayoría
de los casos… muchas familias se negaron a separarse de sus hijos y
desgraciadamente los condenaron a un destino tan cruel como el de ellos mismos…
la muerte por enfermedad, por inanición, por palizas, ejecuciones arbitrarias
por parte de los invasores o deportados a los temidos campos de la muerte. A
veces, cuando Irena o alguna de sus colaboradoras volvían a visitar a las
familias para intentar convencerlas de que les darían a sus hijos una
posibilidad que allí dentro no tendrian, se encontraban con que todos los
miembros de la familia habían sido llevados ya al tren que los conduciría a los
campos de exterminio.
A
los que pudo conseguir comenzó a sacarlos en ambulancias como enfermos de
tifus, mas adelante lo haría de todas las formas y maneras posibles y que se
puedan imaginar… en sacos de patatas, cajas de herramientas, cargamentos de
ladrillos, ataudes, sacos de arroz, cestos de basura, cualquier forma y sitio
era utilizado para salvar cuantos mas niños mejor. Una vez fuera se les daba un
nuevo nombre y un lugar en el que esconderse: conventos, colegios, orfanatos o
familias católicas. La propia Irena Sendler mantenía un sistema de registro con
el fin de conocer cuál era el verdadero nombre de cada niño con el fin de que,
una vez terminada la guerra, pudieran reencontrarse con su familia.
"La
razón por la cual rescaté a los niños tiene su origen en mi hogar, en mi
infancia. Fui educada en la creencia de que una persona necesitada debe ser
ayudada de corazón, sin mirar su religión o su nacionalidad."
Uno
de los casos más conocidos de los niños evacuados, es de Elzbieta Ficowska, “la
niña de la cuchara de plata”. Fue rescatada en julio de 1942, cuando la niña
tenía cinco meses. Irena y una ayudante, administraron un narcótico a la niña
para que duermiera durante el trayecto y no llamara la atención de los
alemanes. Metida en una caja de madera con varios agujeros para que pudiese
respirar, fue sacada del gueto junto con un cargamento de ladrillos, en un
vagón tirado por un caballo. La madre de Elzbieta escondió una cuchara de plata
entre las ropas de su hija. En la cuchara llevaba grabado su apodo, Elzunia, y
la fecha de nacimiento de la niña, 5 de Enero de 1942. Elzbieta fue enviada y
criada por Stanislawa Bussoldowa, una viuda católica de 60 años de edad y
partera de profesión. La cuchara fue donada al United States Holocaust Memorial
Museum en 2003 por la propia Elzbieta Ficowska.
En
Octubre de 1943 los alemanes tuvieron constancia de sus actividades y el día 20
de ese mismo mes, Irena Sendler fue detenida por la Gestapo y llevada a la
prisión de Pawiak donde fue brutalmente torturada. En un colchón de paja
encontró una estampa de Jesús Misericordioso con la leyenda: “Jesús, en ti
confío”, que conservó consigo hasta el año 1979, momento en que se la obsequió
a Juan Pablo II.
Ella
era la única que sabía los nombres y las direcciones de las familias que
albergaban a los niños judíos. Aguantó una tortura insufrible, le rompieron los
pies y las piernas entre otras cosas. Sin embargo aguantó estoicamente sin
decir una sola palabra y se negó a traicionar a sus colaboradores o a
cualquiera de los niños trasladados fuera del gueto y su localización así que
fue sentenciada a muerte.
Pero
mientras esperaba la ejecución, un soldado alemán se la llevó para un
"interrogatorio especial". Al salir del recinto, el soldado le gritó
en polaco "¡Corre!". Al día siguiente se halló su nombre en la lista
de los polacos ejecutados. La causa fué que los miembros de la organización
Zegota habían logrado sobornar a los alemanes que la custodiaban, por lo tanto
no hubo ejecución oficiosa pero si oficial, e Irena continuó con su magnífica
obra trabajando para seguir salvando niños pero esta vez desde la
clandestinidad y con una identidad falsa.
Cuando
terminó la guerra, desenterró los frascos y le entregó las notas al doctor
Adolfo Berman, el primer presidente del Comité de salvamento de los judíos
sobrevivientes que localizó con la ayuda de las notas que Irena escribió a los
2.500 niños que se hallaban con sus familias adoptivas.
Tras
la guerra, se inició el proceso de intentar reunir a los niños con sus
familiares. En muchos de los casos, ya no había a nadie con quine reunir a los
niños porque sus familiares habían muerto. Pero se pude decir sin ninguna duda,
que si no hubiera sido por esta enfermera, los niños tampoco habrían tenido
ninguna posibilidad de sobrevivir
En
1965 la organización Yad Vashem de Jerusalén le otorgó el título de Justa entre
las naciones y se la nombró ciudadana honoraria de Israel.
En
noviembre de 2003 el presidente de la República, Aleksander Kwasniewski, le
otorgó la más alta distinción civil de Polonia: la Orden del Águila Blanca
(Order Orła Białego). Irena fue acompañada por sus familiares y por Elzbieta
Ficowska, "la niña de la cuchara de plata".
En
el año 2007 el gobierno de Polonia la presentó como candidata para el premio
Nobel de la Paz. Iniciativa que fue realizada por del Presidente Lech Kaczynski
y contó con el apoyo oficial del Estado de Israel; finalmente el galardón fue
concedido a Al Gore y su cambio climático.
Según
ella misma expresó:
"Esos actos fueron la justificación
de mi existencia en la tierra, y no un título para recibir la gloria".
La
vida de esta heroína fue llevada a la pequeña pantalla por la CBS en The
Courageous Heart of Irena Sendler, donde fue interpretada por la ganadora de un
Oscar Anna Paquin.
Para
leer más:
http://www.batichango.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1209:el-angel-del-gueto-de-varsovia&catid=53:biografias&Itemid=77
http://www.aciprensa.com/noticias/fallecio-irena-sendler-una-heroina-catolica-de-la-segunda-guerra-mundial/#.Uy6gQKh5NA0
http://es.wikipedia.org/wiki/Irena_Sendler

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