Su
estilo de pueblo castellano, su pasado histórico relevante, sus numerosos
monumentos artísticos, su gastronomía típica y sus tradiciones, hacen de la
villa un lugar de interés turístico.
Conjugando
lo moderno con lo tradicional, Navalcarnero destaca por sus casas de estilo
castellano, sus calles adoquinadas, su plaza y su patrimonio artístico.
Su historia
A
un paso de estrenarse el s XVI, en el año 1499, tiene lugar la fundación de
Navalcarnero. Así, el 19 de octubre de 1499, Segovia prepara su fundación e
implica a la Corona para que de su autorización, y en un acto sencillo con dos
alcaldes, un alguacil y dos asistentes los cuales pasan a ser vecinos del
pueblo se inicia el nacimiento de Navalcarnero bajo jurisdicción segoviana.
Tras
128 años el municipio se emancipa de Segovia pasando a ser villa independiente
en 1627. En 1651 y como agradecimiento por la boda acontecida en el municipio
entre el Rey Felipe II y Doña Mariana de Austria en 1649, el monarca le otorga
el título de Villa Real. Ya en la actualidad, en 1999 se hermana con Segovia al
cumplirse los 500 años de su fundación y 350 de la Boda Real.
El casco histórico
El
punto de partida para cualquier paseo por la Villa Real debe ser su plaza,
conocida como plaza de Segovia, ya que la villa perteneció a la ciudad de
Segovia desde el año 1499, año de su fundación. El visitante encontrará muchas similitudes
con plazas de otras localidades cercanas, ya que su estilo es tradicional
castellano. De forma irregular y espaciosa, guarda una estructura porticada,
pero lo pintoresco son las fachadas de las casas que acoge, dado que sus
colores y elementos decorativos han intentado ser fieles a su forma original y
desde el año 2000 es BIC en la categoría de Conjunto histórico junto a la
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
A
escasos metros de la plaza se encuentra la Iglesia, probablemente iniciada en
el siglo XVI, destaca por sus diversos estilos arquitectónicos como el gótico,
renacentista o barroco y en su torre exterior el hispano-mudéjar que junto con
el chapitel son uno de los signos de identidad de la villa.
Aun
paso del casco antiguo podremos ver la Plazuela del Mercado que alberga el
Mercado Municipal y donde se puede todavía realizar la compra al estilo
tradicional, y en ella también veremos la Casa de la Lonja, casa solariega que
conserva el escudo hidalgo original en su fachada y un bello patio interior de
sabor toledano. Actualmente alberga uno de los comercios más antiguos de
Navalcarnero.
Dejando
atrás el centro neurálgico pero dentro del casco antiguo llegamos a la Casa
de la Cadena, situada en frente del nuevo Ayuntamiento, dio su nombre
antaño a la vía donde está situada y hoy conocida con Felipe IV, se conservan
las inscripciones conmemorativas que recuerdan que aquí recibieron la bendición
conyugal el rey Felipe IV y Doña Mariana de Austria y que les sirvió de casa
nupcial durante dos noches. Aunque en apariencia en auténtica no pasa de ser
una reproducción para conmemorarlo que allí sucedió.
Fuera
del casco encontramos multitud de plazas, fuentes, ermitas, humilladeros, etc.,
pero es el barrio de Covadonga el que merece un aparte.
Creado
para dar vivienda a los trabajadores de la antigua Fábrica de Jabón, tiene un
estilo más típico del sur de España, donde sus casas encaladas y ordenadas
crean un ambiente diferente al de la Villa. La plaza de Covadonga alberga
serena y tranquila la Iglesia, también encalada y probablemente del arquitecto
Luis Martínez Feduchi, autor de los proyectos del barrio y de la Fábrica de
Jabón.
Histórico
en la villa no es su parque, pero si lo que cuenta. Cercano al casco antiguo,
el Parque Histórico de San Sebastián pretende recrear las vivencias de la villa
sobre un jardín reconstruido. Lo que distingue al Parque es la forma de
acercarse, a través de sus personajes y esculturas al pasado histórico de la
Villa.
La
presencia de Isabel la Católica recuerda que bajo su reinado fue fundado
Navalcarnero, la figura de Miguel de Fuenllana nos habla del concertista nacido
en la Villa que dedicó su célebre Orphenica Lyra a Felipe II, Jacinto González
quién logro traer a la población el agua potable y Sebastian Muñoz, discípulo
de Claudio Coello y pintor de cámara del rey Carlos II entre otros vecinos
ilustres de la Villa, todos ellos dan fe de lo que fue y es la Villa Real de
Navalcarnero.
Su vino
Navalcarnero
tierra de labranza y de vino. Si algo destaca en la villa son sus vinos,
reconocidos tanto en España como a nivel internacional. Desde antaño hasta
nuestros días, los caldos navalcarnereños se han considerado un bien muy
preciado, siendo las variedades blanca malvar y la tinta garnacha de la
comarca, las que dan riqueza a su blancos, rosados y tintos.
Su museo
Y
como el vino es importante para el desarrollo del municipio de ahí su museo,
alojado en un precioso edificio utilizado como bodega a finales del s XIX,
sorprende en su interior con las cuevas excavadas a mano hace más de treinta
años, y sus numerosas bóvedas, muros y arcos de ladrillo de estilo tradicional
castellano. Ha sido acondicionada con tinajas, barriles y enseres relacionados
con el vino. Un documental es exhibido en la sala de proyección donde se
muestra la vinculación de Navalcarnero y el vino.
Gastronomía
La
gastronomía de la Villa Real deja su huella en el sobrenombre que tiene el
municipio, “tierra de vino, garbanzos y del cordero”. Su cocina está
especializada en cuidar y preparar las mejores materias primas de su tierra para
sorprender al paladar.
Así
el garbanzo, se convierte en el ingrediente imprescindible de la famosa Olla
del Segador, una variedad del cocido madrileño. La villa es conocida también
por sus asados, sabia conjunción del arte en los hornos y la calidad de los
corderos locales. También son tradicionales el conejo con patatas y setas de
cardo, el conejo y la liebre con judías o las perdices escabechadas.
Su
carta de repostería cuenta con los conocidos bollitos de aceite y manteca con
azúcar, el membrillo y el arrope (mezcla de mosto, calabaza, higos y melón
duro).
No te puedes perder
Plaza
del Teatro
La
plaza alberga el antiguo edificio del Teatro Municipal, del s XIX, restaurado
recientemente y construido de ladrillo visto, jugando con sus huecos y remates
para transmitir la idea de solidez característica.
Plaza
de Alonso de Arreo
Espacio
dedicado a este regidor y procurador del Concejo del municipio. Piedras,
ladrillo y el susurro del agua invitan a la conversación y al descanso.
Pozo
de los Capones
En
las proximidades de la Casa de la Cadena encontramos este pozo, pozo público
que abastecía de agua a la población llamado así por la conocida familia que
vivía frente al pozo.
Pozo
Concejo
Fuente
en cascada, que imita al Pozo Concejil que existió al final de la misma vía a
mediados del siglo XVIII.
Ermita
de San Isidro
A
unos 5 Km. del centro urbano esta ermita está arropada por un incomparable
entorno natural formado por chopos, almendros, olmos, etc. Construida en 1973
para conmemorar la fiesta de San Isidro labrador, su pradera nos oculta otras
sorpresas como el Olmo Milenario, ejemplar protegido y catalogado como “árbol
singular” o la posibilidad de pasar un día de esparcimiento en contacto con la
naturaleza.
Mercado
de Artesanía
El
segundo domingo de cada mes los artesanos locales y de los pueblos aledaños
venden todo tipo de objetos artesanales a buen precio y es un buen momento para
disfrutar del ambiente del casco antiguo.
Mercado
Siglo de Oro
En septiembre,
antes de las fiestas patronales, se celebra todos los años este mercado durante
un fin de semana, en el que se reviven escenas propias del siglo XVII,
pasacalles, juglares, corral de comedias, etc, y donde se pueden adquirir todo
tipo de artículos artesanalaes, desde alimentos a bisutería pasando por
juguetes de la época, todo ello con el sabor del siglo de oro español.
Donde dormir
Hostal Cruz Verde
Calle Cruz Verde, 3. 91 8190 10 03
Restaurante Hotel Rural La Mansión
de Navalcarnero
C/Jacinto González, 20. 918101250
Hotel Ciudad de Navalcarnero
Autovía de Extremadura, km. 28,200. 918
11 47 67

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