En
1956, el gobierno egipcio de Nasser, anuncia la construcción de una gran presa
a la altura de la 1ª catarata del Nilo. La consecuencia inmediata sería la
inundación de los numerosos monumentos egipcios de esa zona. De inmediato, la
UNESCO hizo una llamada a todas las naciones para llevar a cabo una colosal
misión de salvamento de estos monumentos. Numerosos países acudieron a la
llamada, entre ellos España. Fruto de esa ayuda fue la donación para España del
Templo de Debod.
La
historia de la presa había empezado mucho antes. Las sucesivas inundaciones del
Nilo, durante siglos, habían sido la fuente de su riqueza. Habían generado las
grandes cosechas de trigo que alimentaron a su pueblo, e incluso al pueblo
romano en época de dominio imperial. Pero con el paso de los siglos empezó a
suponer un problema. Las campañas con grandes inundaciones que echaban a perder
los cultivos se alternaban con las de sequía que ocasionaban el mismo
resultado. Se hacía necesario el crear una presa que limitase las inundaciones
o aumentase el caudal según la necesidad. Así, entre 1899 y 1902, se construyó
una primera presa, o presa baja. Esta debió de ser ampliada en varias ocasiones
sin llegar a una solución definitiva. Cuando en 1946 la presa casi se desborda,
se decidió hacer una nueva presa, unos kilómetros más arriba con unas
dimensiones mucho más grandes.
El
proyecto de la nueva presa de Asuán o presa alta comenzó en 1952, justo tras la
revolución de Nasser. Los EEUU se ofrecieron a financiar el proyecto con un
préstamo de 270 millones de dólares. Pero la ayuda fue retirada en 1956 y
Nasser se propuso seguir adelante con el proyecto con los ingresos procedentes
de la nacionalización del Canal de Suez. Sin embargo, la lucha entre EEUU y
URSS por la expansión de sus influencia sobre África en el seno de la Guerra
Fría, hizo que la URSS se involucrada en el proyecto, pagando hasta un tercio
del precio de la presa. Además de dinero, proveyeron de técnicos y maquinaria
pesada.
La
construcción comenzó en 1960, y se terminó el 21 de julio de 1970. La magnitud
del proyecto, haría inevitable que gran parte de los monumentos egipcios del
Alto Nilo quedasen anegados. Esto hizo que de inmediato, se realizara una
llamada por parte de la UNESCO para salvar los monumentos del Nilo. A la
llamada acudieron 50 países que aportaron a la campaña 26 millones de dólares,
así como diversos particulares, que donaron otros 7 millones. España aportó más
de medio millón de dólares. En agradecimiento, el gobierno de Gamal Abdel
Nasser, donó el templo de Debod a España.
En
España se creó el Comité Español, cuyo director fue el profesor y arqueólogo
español Martín Almagro Bash. Este equipo realizó varias excavaciones en templos
nubios de Egipto y Sudán. Sin embargo, no participaron en las obras del Templo
de Debod. Este templo fue salvado por el Servicio de Antigüedades de Egipto y
el equipo de la Misión Arqueológica Polaca. Estos catalogaron el templo y lo
desmontaron, llevándolo a la isla Elefantina en 1961. Allí permaneció hasta
1970, en que se trasladaron sus piezas a Alejandría. Desde allí, viajaron hasta
Valencia, donde llegaron el 18 de junio de ese mismo año. Desde Valencia, se
trasladaron a Madrid, donde se almacenaron el solar del Cuartel de la Montaña.
La
reconstrucción fue llevada a cabo por el equipo del arqueólogo Martín almagro
Bash. Pero fue una tarea difícil porque el Servicio de Antigüedades de Egipto
había dado escasa documentación para su montaje. Al final se realizó una
anastilosis (montaje de las piezas con relleno de piezas de diferente color
para completar la obra). La piedra de relleno se trajo de Villamayor, en
Salamanca (la misma piedra con la que se construyó la catedral de Salamanca)
Primero
se levantó una base de piedra para que los bloques de piedra no tuvieran
contacto con el suelo. Además, se rodeó la base con un estanque de poca
profundidad representando el Nilo, que era tan importante en el antiguo Egipto.
Además se instaló aire acondicionado para mantener la atmósfera seca de manera
constante.
La
apertura fue realizada el 18 de julio de 1972 por el alcalde de Madrid, Carlos
Arias Navarro. Desde el principio, el uso y la conservación del templo ha sido
causa de polémica. El edificio se ha usado para representaciones de cine de
verano y de teatro, anuncios publicitarios, etc. Además, se han dado diversos
actos de vandalismo. Por otro lado está el clima de Madrid, demasiado extremo y
húmedo para una construcción egipcia, dado que allí el clima es más estable y
seco. Por ello, tanto los sucesivos Congresos de Egiptología Ibérica que se han
ido celebrando, como la UNESCO, ha mostrado su alarma por la conservación del
edificio. De momento, salvo actuaciones puntuales y de poca envergadura, no se
acometido un proyecto de conservación definitivo.
Historia
del edificio
El
templo de Debod fue fundado alrededor del año 200 a.c. por el rey de Meroe (o
Kush) Adijalamani, y dedicado a los dioses Amón de Debod e Isis de Filé.
El
periodo de su construcción es ciertamente oscuro. En Egipto gobernaba la
dinastía ptolemaica de origen macedonio (fundada por Ptolomeo, general de
Alejandro Magno) desde Alejandría, representada por Ptolomeo IV Filopator. Sin
embargo, la inestabilidad política había hecho que se perdiera el control del
Alto Egipto, donde se había formado una nueva dinastía con sede en Tebas. Esto
fue aprovechado por los gobernantes del reino de Meroe (o Kush) para tomar el
control de la zona. De ahí que la fundación del templo sea obra de un rey de
Meroe. No obstante, con el tiempo, los ejércitos egipcios retomaron el control
del Alto Egipto (o Tebaida) en 185 a.c. y por lo tanto de la zona de Debod, y
fueran engrandeciendo el templo.
El
edificio original construido por Adijalamani, constaba de una capilla llamada
“capilla de los relieves” ó “capilla de Adijalamani”, donde se ven inscripciones
referidas a Amón y una escena ritual donde aparece escrito “el rey Adijalamani
ordena construir el monumento en honor a su padre Amón”.
Durante
la dominación ptolemaica, se fueron añadiendo nuevas dependencias. Tras la
batalla de Alejandría del año 30 a.c., Octavio Augusto, convertía a Egipto en
una posesión romana. Se favorece el culto a Isis en el templo y se establece un
destacamento militar en la zona. Las últimas ampliaciones del templo parecen
ser de época de la dinastía Antonina. En época de Diocleciano, se sufre la
presión de las tribus nómadas en la frontera, y poco después se inicia el
abandono de los campamentos de la frontera. Cuando Teodosio ordena el cierre de
todos los templos paganos salvo el de Filé, la zona de Nebod ya no está bajo
control romano.
Tras
esto, el recinto fue ocupado por diversas comunidades cristianas, musulmanas,
etc. El edificio fue recuperado cuando durante la campaña de Napoleón, se
realizó una catalogación de diversos edificios. Tras eso, la construcción de la
primera presa de Asuán, o presa baja entre 1899 y 1902, hizo que el templo
permaneciera bajo las aguas, 9 meses al año, lo que hizo desaparecer toda su
policromía y dañó la piedra. Finalmente, tendría lugar el proyecto de
salvamento de 1960 tras la construcción de la nueva presa de Asuán o presa
alta.
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