En
la isla de Taiwán, se situaba un lugar que podría pasar como un pueblo
fantasma, aunque se trataba de una urbanización de lujo.
Se
trataba de la urbanización de San Zhi, construida y abandonada entre los años
70 y 80, que pretendía ser un complejo de viviendas de lujo para los adinerados
de la isla y que contaba con un diseño futurista. Debido a causas nunca
determinadas, el lugar empezó a ser considerado como un lugar maldito por los
vecinos de Taipei, muy supersticiosos, que no se atrevían a habitarlo ni a
demolerlo para reutilizar el terreno.
Sobre
las causas por las que no se llegó a habitar el lugar hay numerosas teorías,
desde que un tifó arrasó el sitio cuando aún no se había terminado, haciendo
inviable económicamente para la constructora seguir con las obras, hasta
fenómenos extraños ocurridos durante su construcción. Lo más aceptado es que el
elevado número de víctimas ocurridas durante su construcción hizo que el lugar
empezara a ser considerado maldito, donde nadie quería trabajar. Se dice que
muchos obreros oían sonidos extraños durante el trabajo y decían ver los
fantasmas de sus compañeros muertos. También se dice que el lugar fue
anteriormente un lugar destinado para cementerio de los soldados holandeses que
participaron en las conquistas del periodo colonial. Lo cierto es que la
constructora abandonó las obras cuando aún no se habían completado.
Durante
un tiempo, se conservó el lugar, al menos como recordatorio del elevado número
de victimas del lugar, además de ser un polo de atracción para curiosos
turistas, dado que los taiwaneses no se acercaban demasiado. Sin embargo, en
2008 decretaron su demolición, con lo que ya no se puede visitar

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