En diciembre de 1940, Bulgaria aprobó una amplia
legislación antisemita, aislando a 50.000 judíos búlgaros del resto de la
población, y restringiendo sus actividades comerciales, con el fin de
retirarlos de la vida pública. Desde el primer momento, Julio Palencia (1884-
1952), Ministro Plenipotenciario en la Legación de España, llevó a cabo una
decidida defensa de los judíos de origen sefaradí (unos 150) y de sus bienes.
Por decisión de Eichmann, los judíos búlgaros fueron
incluidos en el programa de exterminio alemán. En 1943 Julio Palencia tuvo
noticia de la inminencia de las deportaciones por el Primer Ministro Bogdan
Filov. Inmediatamente telegrafió a Madrid solicitando la intervención del
gobierno español. Además, realizó gestiones ante Filov, al tiempo que pidió
permiso a Madrid para nombrar agentes consulares a sueldo en aquellas ciudades
donde residían más judíos sefaradíes, logrando evitar las deportaciones.
Palencia continuó insistiendo a Madrid para lograr la
evacuación de judíos a España y, paralelamente, no dejó de interceder ante las
autoridades búlgaras, de tal manera que su situación se tornó insostenible. La
policía búlgara, que vigilaba el edificio de la embajada e interrogaba a todos
los que entraban y salían, detuvo al secretario de Palencia, que era judío, acusándolo
de espionaje. Finalmente, Palencia apeló al Embajador alemán en Sofía, aunque
sin éxito, para proteger a los judíos.
Su posición clara y decidida le valió el epíteto “el
amigo de los judíos” en la correspondencia alemana. En efecto, Palencia tuvo la
audacia de desafiar abiertamente a las autoridades nazis, oponiéndose a la
ejecución de un judío búlgaro, León Arié, dirigiéndose al embajador alemán en
Sofía para denunciar los atropellos. Logró que los tribunales búlgaros lo
autorizaran a adoptar al hijo y a la hija de Arié, a cuya madre alojó en la
residencia oficial y protegió con un pasaporte diplomático español.
La tensión llegó a tal extremo que, finalmente, el
embajador de Alemania en Sofía calificó a Julio Palencia de «fanático
antialemán» y «amigo de los judíos» y este fue declarado “persona non grata”, y
tuvo que volver a Madrid, no sin antes afrontar situaciones de gran dramatismo
a causa de su intento de llevarse consigo a sus hijos adoptivos, contrariando a
los nazis.
Al finalizar su misión Julio Palencia había salvado
las vidas de más de 600 judíos búlgaros.
Fuentes:
Vidal, C. El Holocausto. Alianza
Editorial. Madrid. 1995
Salinas, D. España, los sefardíes y el
Tercer Reich, 1939-1945. Universidad de Valladolid. 1997
http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Mundo_Judio/56220/
http://laorejadejenkins.es/historia/diplomaticos-espanoles-los-otros-schindler
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/01/26/internacional/1327597355.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Personas_que_ayudaron_a_los_jud%C3%ADos_durante_el_Holocausto#Espa.C3.B1a
http://www.ushmm.org/wlc/es/article.php?ModuleId=10007415
http://esefarad.com/?p=7796
http://en.wikipedia.org/wiki/Bogdan_Filov
Estos son los principales diplomáticos que participaron. Lee mas sobre ellos pinchando en su nombre:
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